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jueves, 2 de junio de 2022

Obi / cinturones de los yudansha (grados superiores) parte 2

 Oficialmente, se reconoce como grado máximo el 10 dan. Existe el mito de que el fundador o Shihan ostentaba el grado de 12 dan con cinturón blanco, pero no es cierto. Jigoro Kano no poseía ningún grado por ser precisamente el fundador.


Actualmente en algunos dojos en Japón se han empezado a utilizar también cinturones de colores para los niños. Para los niños hay "niveles intermedios entre cinturón y cinturón" en los que se le va poniendo bandas del próximo color a obtener, con el fin dar lugar a un mejor proceso de aprendizaje.


Las graduaciones dan se otorgan por tiempo mínimo dependiente de cada graduación; por ejemplo, para presentarse al examen de segundo dan, debe tener un tiempo mínimo de práctica constante de dos años, y así aumentando un año por cada grado Dan, es decir que para presentarse para un tercer dan, se debe tener más de tres años como mínimo en segundo dan. Cabe destacar, que la graduación también puede ser concebida por la federación internacional como reconocimiento a la promoción y difusión del deporte, desde el 5 o 6 Dan.


Obi / cinturones de los yudansha (grados superiores) parte 1

 En 1920 el Instituto Kodokan, fundado en 1882 por Jigoro Kano como la primera escuela de judo, establece las normas para los cinturones Kyus y Danes, que son admitidas posteriormente por la Federación Internacional de judo.


En 1883 se establecieron finalmente los colores para los grados dan, que acogen la mayoría de artes marciales de Japón posteriormente como en el caso del Karate-Do y el Aikido.


Las normas en el Kodokan se establecen hasta 12 dan, quedando a disposición del presidente de dicha institución el otorgamiento de 12 dan.


Del 1 al 5 dan: cinturón de color negro.

Del 6 al 8 dan: cinturón blanco/rojo.

Del 9 al 10 dan: cinturón rojo.





martes, 31 de mayo de 2022

División de las técnicas en judo

- 2.3.- kansetsu-waza (técnicas de luxación): son aquellas técnicas que con ayuda y control de la mano, brazo, pierna, axila o abdomen, se efectúan sobre las articulaciones (codos, hombros, rodillas, pies y muñecas), mediante acciones con el fin de sobre-extenderlas o retorcerlas para inmovilizar al oponente. Solo son reglamentarias a partir de cierta edad y niveles (véase estrangulaciones). En competición solo se permiten luxaciones de codos, sin embargo el judo como arte marcial las desarrolla de manera similar al jujutsu tradicional, en varias de las articulaciones, en solitario y de manera simultánea, de pie o en el suelo. Y en las formas o kata, aparecen contraataques contra armas tradicionales (tanto, katana) y contra armas de fuego (pistolas) que incluyen luxaciones.



-3.- atemi-waza (técnicas de golpeo a puntos vulnerables): son las técnicas tradicionales de percusión o penetración con diferentes superficies corporales como los puños, la mano abierta, los codos, la cabeza, los antebrazos, las rodillas o los pies. Algunas de estas fueron derivadas del karate-Do (arte marcial que a la vez tomó del judo el uniforme, el sistema de grados, los rituales de saludo, y los barridos al pie), mientras que otras provienen del jiu-jitsu tradicional, en el judo tradicional por lo general los atemi waza son un complemento que permiten el desequilibrio previo a un lanzamiento, siendo conservados en las katas.

División de las técnicas en judo



-1.- nage-waza (técnicas de proyección): son aquellas técnicas en las cuales se busca desplazar el centro de gravedad del oponente para que este pierda el equilibrio y luego hacerlo caer mediante un lanzamiento o un derribo.

-1.1- tachi-waza (técnicas en pie)

-1.1.1.- te-waza (técnicas de brazo): son aquellas técnicas cuyo desequilibrio se basa en la acción de los brazos, como uki-otoshi, kata-guruma o seoi-nage.

-1.1.2.- koshi-waza (técnicas de cadera): son aquellas técnicas cuyo desequilibrio se basa en el apalancamiento con la cadera, como harai-goshi, uki-goshi o tsurikomi-goshi.

-1.1.3.- ashi-waza (técnicas de pie): son aquellas técnicas cuyo desequilibrio se basa en el trabajo de los pies (barridos, siegas), como sasae-tsurikomi-ashi, okuri-ashi-harai o uchimata.

-1.2.- sutemi-waza (técnicas de sacrificio)

-1.2.1.- ma-sutemi-waza (técnicas de sacrificio frontal): son aquellas técnicas cuyo desequilibrio se basa en el desplome hacia atrás del atacante, como uki-waza, ura-nage o tomoe-nage.

-1.2.2.- yoko-sutemi-waza (técnicas de sacrificio lateral): son aquellas técnicas cuyo desequilibrio se basa en el desplome giratorio del atacante, como yoko-otoshi, yoko-wakare o yoko-tomoe-nage.

-2.- katame-waza (técnicas de control), también llamado ne-waza o técnicas de suelo: son aquellas técnicas en las cuales se busca lograr la sumisión del oponente para que no pueda continuar moviéndose.

La disyuntiva de objetivos entre un mero arte marcial deportivo y el Camino de la Gentileza parte 1

 A partir de la difusión mundial del judo en occidente, el interés en su estudio y entrenamiento se ha centrado fundamentalmente en la técnica y táctica, y el acondicionamiento físico, propios de un deporte olímpico. En muchos centros de entrenamiento el anhelo principal suele ser alcanzar grados superiores y tener actuaciones destacadas en las competiciones en que se participe. No obstante, Jigoro Kano advirtió contra el peligro de considerar esto como las principales o únicas metas del judo. Para el fundador, un grado no es una meta, sino el reconocimiento formal del conocimiento y destreza logrados. Por otro lado, la obtención de medallas y otros trofeos tampoco deben ser los únicos objetivos a lograr, sino que deben ser considerados como consecuencias del dominio técnico sumado al duro entrenamiento. Si bien la competencia deportiva es un formidable estímulo para el desarrollo técnico y el mejoramiento de las destrezas de cada uno, es claro que la competencia no debe ser meramente contra los demás, sino contra las limitaciones de uno mismo. De esta forma se superaría la creencia errónea en la que el campeón es uno solo y los demás son sólo perdedores. El objetivo primario del judo será entonces el desarrollo de mejores personas, en su integridad física, mental y espiritual, armonizadas con los demás y con el entorno.



La disyuntiva de objetivos entre un mero arte marcial deportivo y el Camino de la Gentileza parte 3

 De hecho, en los entrenamientos, el ser hábilmente proyectado se vuelve tan agradable y divertido como lo es la sensación de satisfacción que se deriva de una perfecta ejecución de una proyección.

Así, a través de todas las etapas del progreso, el sentido estético se afianza al lado de la eficiencia, ambos mental y espiritualmente listos para proseguir el avance en busca de la identidad del más huidizo, del más concentrado en sí mismo, del más dominante "yo, la llave de todas las cosas".

En esta forma, el entrenamiento del judo, sobre el principio de la no resistencia y el equilibrio promueve el proceso mental que, a su vez, conduce a una mejor comprensión de las leyes naturales y la forma de resolver los problemas humanos, independientemente de cualquier tipo de fuerzas ideológicas a que estemos sujetos.




La disyuntiva de objetivos entre un mero arte marcial deportivo y el Camino de la Gentileza parte 2

 Si el practicante no se estanca en la etapa deportiva, cualquier tipo de desencanto o por el desaliento que produce la dura tarea de los ejercicios fundamentales en los entrenamientos, se podrá progresar al realizar y comprender los principios de la no resistencia, la naturaleza de la fuerza y la debilidad.

Con lo anterior, el practicante tendrá conciencia de la seguridad en sí mismo y un acentuado sentido del equilibrio que surge del interior, acompañado del disfrute de los efectos beneficiosos del ejercicio mental y físico, así como de la distracción que proporciona el entrenamiento, convirtiéndose en la atracción principal durante la práctica del arte.

Cuando se pasa la etapa de los ejercicios básicos y se alcanza un grado aceptable de técnica, es cuando se empieza a apreciar la sutileza y finura de este arte. Entonces, una vez superada la dura etapa del aprendizaje, es cuando ya el interés se concentra en más puntos que la obtención de la eficiencia en el arte, también en el movimiento estético simple, la coordinación rítmica de los componentes del cuerpo, el equilibrio mental y físico, etcétera. Por ello, hay muchos practicantes que, aun siendo su objetivo el obtener grandes resultados en competiciones, se torna indiferente al hecho de resultar vencedor o vencido en competición y considera al oponente como un compañero que coopera en el esfuerzo para la demostración del arte que practican.








Obi / cinturones de los yudansha (grados superiores) parte 2

 Oficialmente, se reconoce como grado máximo el 10 dan. Existe el mito de que el fundador o Shihan ostentaba el grado de 12 dan con cinturón...